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3 de julio de 2017

"La vocación le da atractivo a la vida, es lo más importante"


"Desde Egipto, la destrucción del patrimonio por parte de los radicales islámicos se ve como una barbaridad, una aberración".

Myriam Seco (Sevilla, 1967) prepara su décima campaña de excavaciones en el Templo de Millones de Años de Tutmosis III, en Luxor (Egipto). La egiptóloga acude esta tarde (20.15 horas) a la Casa de Cultura de Noreña, invitada por la asociación Contigo, para hablar de la excavación.

- ¿De dónde le viene esa fascinación por el Antiguo Egipto?


-Es mi vocación desde que era niña. Así que estudié Historia Antigua en Sevilla y me fui a Alemania a especializarme en egiptología. Al acabar el doctorado tuve que buscarme la vida, trabajando con distintas misiones arqueológicas. Es complicado, pero la vocación es lo más importante: sin ella, se le quita el atractivo a la vida.

- Hay varias excavaciones españolas activas en Egipto, ¿tenemos cantera de egiptólogos?

-Hay un boom, la egiptología cada vez interesa más a los estudiantes. Hace veinte años, a un congreso podíamos ir 20 o 30, y el último al que yo fui seríamos 200 o 300. La egiptología está de moda en España. La salida laboral es complicada, pero también lo fue para mi generación.

- Nueve campañas excavando el Templo de Millones de Años, ¿una valoración?

-Nos ha dado muchísimas sorpresas, ha superado las expectativas que teníamos desde un principio. Sabíamos que íbamos a trabajar el templo de uno de los faraones más importantes del antiguo Egipto, que no había sido estudiado por estar en ruinas. Pero hemos encontrado piezas de primera calidad y varias necrópolis que nos permiten trabajar materiales de distintas épocas y han ampliado el arco de investigación hasta los 1.000 años.

- El año pasado recuperaron una pieza clave: un sarcófago.

-Sí, el de Amon Renef, un personaje importante en la corte. El sarcófago estaba muy mal, casi destruido por la termita, pero en el interior estaba el cartonaje con la momia dentro, que es una verdadera joya. Es una pieza de museo.

- ¿Cuántos años le quedan de excavaciones?

-Al menos seis o siete. Tenemos la suerte de poder trabajar tantos años gracias a nuestros patrocinadores: la Fundación Botín, la Fundación Cajasol, la empresa Cemex y Santander Universidad. Hemos empezado con el proyecto de musealización. Queremos que en un futuro los turistas puedan venir y visitar el templo.

- Todas las piezas quedan en Egipto, ¿le duele ver hallazgos importantes de arte faraónico en colecciones y museos foráneos, como el Louvre o el British?

-Hay que tener en cuenta las diferencias entre las épocas. Antiguamente, cuando se excavaba, una parte de los hallazgos era para el arqueólogo. Con el tiempo la legislación cambió y las piezas dejaron de salir de Egipto. Son circunstancias históricas. Lo que sí es doloroso es que las piezas se excaven y salgan de Egipto de forma ilegal, porque además se pierde información histórica.

- Usted vive en El Cairo, ¿cómo se ven desde Egipto los ataques al patrimonio por parte del Estado Islámico?

-Como una aberración, es una barbaridad que se destruya el patrimonio. En Egipto no tenemos estos radicales: es un país que respeta mucho su patrimonio y que vive del turismo, de esa admiración por su pasado.

Artículo: Franco Torre.

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